Presentado por el Palacio Quintanar, centro de innovación y desarrollo para el diseño y la cultura, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León.
Diseño - Pioneros gráficos
PALACIO QUINTANAR, centro de innovación y desarrollo para el diseño y la cultura, de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, presenta, con la colaboración del diseñador Emilio Gil, «Pioneros gráficos». Una retrospectiva por capítulos sobre los pioneros del diseño gráfico en España en el periodo comprendido entre el final de la guerra civil y la muerte del General Franco. En el capítulo de hoy: Julián Santamaría.
Pioneros gráficos: Julian Santamaría
Julián Santamaría nació en Reinosa, Santander, en 1930. Cursó dos años de estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid al tiempo que trabajaba en el estudio de “su maestro” José García Terradillos. Durante 11 años fue jefe del estudio publicitario interno de la firma de confección Cortefiel, periodo en el que tuvo la oportunidad de viajar por Francia, Suiza y Alemania entrando en contacto con la gráfica europea de aquellos años.
En 1961 monta su propio estudio. Ese mismo año se crea el “Grupo 13” del que Santamaría forma parte junto con otros diseñadores gráficos, como Pepe Cruz Novillo, Fernando Olmos y Juan Poza, ilustradores y artistas plásticos. En las navidades de 1961 Grupo 13 realizó por encargo de la Jefatura Central de Tráfico, para la que trabajaba Santamaría, una serie de veinte “christmas” gigantes sobre vallas publicitarias urbanas de 4 x 3 metros a lo largo del seto central de la calle Alcalá en Madrid entre Cibeles y el Círculo de Bellas Artes. En 1964 Santamaría resultó ganador del concurso para la realización del cartel “25 años de paz” que conmemoraba el final de la Guerra Civil española.
A partir de 1970 comienza la etapa de su trabajo para grandes clientes directos: “Telefónica”, diversos Bancos, Ministerios, Radio Nacional de España, “Repsol”, “Campsa”, Museo Español de Arte Contemporáneo, etc. Formó parte del Jurado de la Feria Internacional del Libro «El diseño, lo que llamamos diseño, es el futuro del arte. Llegarán a desaparecer los cuadros. Porque todo se hace bonito: los coches, la ropa, las cajetillas de tabaco» de Bolonia y de la selección que la AGI hizo de los 50 cartelistas más importantes del mundo para una exposición en el Lincoln Center de Nueva York. El MEAC le dedicó en 1971 una exposición individual. Sus trabajos han sido recogidos en las revistas “Novum” y “Graphis”.
Desde su estudio, primero en la calle Escalinata y posteriormente en el barrio de Argüelles madrileño, Santamaría ha mantenido siempre una doble trayectoria como diseñador gráfico y artista plástico gracias a su gran conocimiento de las técnicas gráficas y de la estampación. Es otro ejemplo de diseñador capaz de trabajar con recursos figurativos de gran calidad expresiva o con el limitado repertorio de las formas geométricas y tipográficas propias del “grafismo puro” helvético de los años 60.
Extracto del libro «Pioneros del diseño gráfico en España» de Emilio Gil.
Emilio Gil acerca de Julián Santamaria
Tuve la enorme suerte de conocer personalmente a Julián Santamaría durante la preparación del libro “Pioneros del Diseño Gráfico en España”. El acuerdo era revisar todo el material acumulado a lo largo de décadas de trabajo en su estudio del barrio de Argüelles de Madrid con el objetivo de seleccionar trabajos suyos para el libro. Para mi, cada visita era una sorpresa. Dentro de un caos simpático, poco a poco, fui descubriendo dos cosas: un material interesantísimo resuelto con muchos registros distintos y, lo que es más importante, la persona entrañable que había detrás del enorme profesional, por lo que la tarea rápidamente se reveló como imposible: ¿cómo escoger trabajos entre aquella avalancha de talento que se presentaba ante mi?
Santamaría fue un diseñador de larguísimo recorrido con un trabajo excepcional bajo diferentes técnicas de expresión: grafista, ilustrador, pintor, diseñador de espacios, grabador… El capítulo dedicado a Julián Santamaría del libro “Pioneros” se abre con dos imágenes que tienen un elemento común: el número 5. La distancia formal que hay entre un cinco y otro da idea de la capacidad expresiva de Santamaría. No es común encontrar un profesional capaz de resolver con estilos tan distintos, y de su propia mano, los requerimientos que exigen piezas tan diferentes. Santamaría podía expresarse con un estilo propio del nivel que detentaba como artista plástico o con recursos del estilo suizo de los 60 que dominaba y supo utilizar con pertinencia.
Julián Santamaría nos dejó el 7 de abril último víctima del corona virus y a mí se me hacen pobres, torpes y escasas las palabras que sirvan para describir toda la personalidad y el talento de la persona extraordinaria que había detrás del enorme artista al que tuve el privilegio de tratar.
Emilio Gil.