En la útima década la democratización de la fotografía se ha extendido a vastos sectores de la sociedad. Casi todas las personas de distintas edades tienen acceso a realizar imágenes fotográficas y además de ponerlas en conocimiento público, gracias a las posibilidades de Internet.¿Quién no se ha encontrado con lugares o momentos que nos han tocado la fibra del corazón, que nos han emocionado hasta el punto de poder fotografiarlos con lo que tenemos a mano, un teléfono móvil, una pequeña cámara compacta?
La sociedad actual produce y consume más fotografías que en toda su historia. Sin embargo la popularización de las cámaras fotográficas y los dispositivos digitales, si bien constituyen un salto en la posibilidad de acceder a este universo, no conllevan la necesaria formación y sensibilización del público hacia el objeto de su acto fotográfico. Por otro lado se ha extendido el mito de la necesaria excelencia técnica y de grandes y costosos equipos para obtener buenos resultados en una toma fotográfica. Pero nada se dice de la formación de la sensibilidad, de la visión fotográfica del fotógrafo… todo se reduce a prescripciones técnicas, que a pesar de tenerlas en cuenta, muchas veces el usuario se siente desconcertado con los resultados obtenidos.
Coordinador: Juan C. Gargiulo
Precio: Gratuito
Objetivo: Investigar la propia sensibilidad , reconocer los límites del hecho de fotografiar. Responder a las preguntas: ¿Dónde reside el acto fotográfico? ¿Es inspiración? ¿Es un mero hecho técnico o comunicacional? ¿Es un encuentro casual? ¿Es producto de un ojo y una sensibilidad innatas?
Equipo necesario: Como mínimo, una pequeña cámara compacta por cada asistente. No se requerirán conocimientos previos, sólo sentirse motivado y abierto a encontrarse e identificarse con su propio trabajo.