PALACIO QUINTANAR, centro de innovación y desarrollo para el diseño y la cultura, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, presenta:

«Con las piedras, con el viento” y “Hashima o la visión del vacío” de Teresa Esteban

Inauguración: 06 mayo 2022
Clausura: 03 julio 2022
«Con las piedras, con el viento” y “Hashima o la visión del vacío” de Teresa Esteban

SOBRE LA EXPOSICIÓN

El Palacio Quintanar de Segovia presenta la doble exposición de Teresa Esteban.Con las piedras, con el viento” alude a un poema de José Hierro y “Hashima o la visión del vacío” una pequeña isla que se encuentra en la Prefectura de Nagasaki que en 1887 la empresa Mitsubishi empezó a explotar la mina de carbón submarina que se encontraba debajo.

Con las piedras, con el viento

Este proyecto escultórico tiene como propósito las canteras de piedra. Las canteras son un producto entre lo natural y lo histórico, lo orgánico y lo fabricado. La naturaleza se torna escenario de la imaginación, material para un paisaje de la Representación Artística. El título de la exposición alude a un poema de José Hierro. Como en otros títulos de mis proyectos artísticos, las resonancias literarias, musicales o cinematográficas acercan mi manera de ver las artes visuales al mundo que nos rodea, “El cielo protector”, “El cielo sobre Berlín”, “Hashima o la visión del vacío”.

El paisaje surge a medio camino entre la naturaleza y la cultura, articulando estructuras naturales y culturales cuyo reconocimiento depende en gran medida de la sensibilidad de la persona, los mecanismos de percepción o de interpretación. Cada persona se forja una idea distinta de un mismo paisaje natural, en consonancia con sus capacidades subjetivas de percepción, interpretación y apreciación. Recorrer un paisaje no es muy distinto, a veces, a visitar las galerías de paisaje de un museo.

Te elige un paisaje determinado, urbano o no, y se convierte en una aventura de nuestro hacer, de nuestra mirada y de nuestro espíritu. El paisaje no es una experiencia de rutina, sino que, al contrario, está vinculado a la capacidad de modelar y esculpir el territorio, de ver, al estupor del contemplar, a la movilidad de la mirada, al placer de pasear. El paisaje no privilegia un sistema de observación determinado. Primero se produce un acercamiento emocional e intuitivo al lugar, se inicia el conocimiento y se ensayan los diferentes lenguajes, con la pretensión de mostrar, aunque solo sea parcialmente, la esencia de las formas y tu percepción de ellas. Interpretas partes, radicalizas, recompones o fragmentas.

Hashima o la visión del vacío

Debido a su estado de abandono para ser una ruina no consolidada, el proyecto que actualmente se compone de dibujos realizados con técnica mixta sobre diferentes papeles de lija, está en continuo transformación. Cuarenta de ellos han sido ejecutados en un único formato de 28 x 23 cm. Los demás fueron pintados en diferentes formatos sobre papel de lija continuo, que van desde el metro hasta los tres metros de largo, la mayoría fijados sobre chapa de aluminio plegada, siguiendo el movimiento de las construcciones. Hay también esculturas en piedra y seis relieves en diferentes formatos y materiales, plomo, madera… El uso del papel de lija, después de muchos experimentos, es el más contundente, pues refleja la desolación y el abandono de esta isla deshabitada y arruinada.

La isla Hashima es una pequeña isla que se encuentra en la Prefectura de Nagasaki. En 1887 la empresa Mitsubishi empezó a explotar la mina de carbón submarina que se encontraba debajo. La isla se superpobló y la empresa construyó sobre ella, casi en su totalidad, viviendas para los empleados y sus familias. Dejando en ella un extraño paisaje. En 1974, la empresa abandonó la explotación, por el petróleo. Los habitantes salieron en desbandada, con la promesa de otro empleo. Durante esos años los edificios de la isla se deterioraron, con el abandono y la salinidad. En esas viviendas ruinosas que alguna vez fueron hogares, todavía quedan restos de enseres, cubiertos de polvo y se conservan las ruinas de una arquitectura singular, como testigo mudo de la historia industrial de Japón.

En el año 2015, la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad. La isla se puede visitar y se están consolidando las ruinas.

El título de la exposición alude al ensayo de Marguerite Yourcenar sobre el escritor Yukio Mishima, “Mishima o la visión del vacío”. La época que retrata este libro sobre la figura del escritor y la época del gran desarrollo de esta isla son coetáneas y reflejan sentimientos similares.

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